El regreso de Marta Liotto a la presidencia del Colegio Inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires (es su segunda gestión, la otra duró entre 2021 y 2023) se produce en un contexto de redefiniciones para el sector. Con un mercado inmobiliario que dejó atrás los peores años de parálisis, un sistema de créditos hipotecarios que busca consolidarse y un escenario de alquileres con reglas claras, la dirigente volvió a ocupar un rol central dentro de la agenda inmobiliaria porteña.

En diálogo con Federico Miqueo, durante un nuevo episodio del streaming de Ladrillo.Info que puede verse en YouTube, Liotto realizó un diagnóstico amplio del presente y fijó una posición firme frente a la ilegalidad y el avance de franquicias inmobiliarias sin respaldo profesional.

La vuelta al Colegio no surgió de un cálculo personal, sino de un pedido concreto de los matriculados. Liotto relató que colegas de distintas zonas se acercaron para solicitarle que retomara la conducción, en un proceso que incluyó recorridas, adhesiones espontáneas y un fuerte respaldo electoral.

Esa señal de apoyo, explicó, definió su decisión de asumir una segunda gestión, con objetivos distintos y una impronta centrada en la proximidad con el profesional inmobiliario.

La fortaleza de un colegio profesional y el rechazo a las franquicias

Uno de los primeros ejes de trabajo apunta a reforzar el valor institucional del Colegio como organismo profesional. En ese sentido, Liotto remarcó la necesidad de mostrar con datos y resultados concretos qué aporta un colegio activo a la sociedad, a la dinámica de la compraventa y a la protección del consumidor.

Esa tarea incluye un trabajo articulado con diputados, legisladores y funcionarios, con el objetivo de dejar en claro la diferencia entre un mercado ordenado y uno librado a prácticas irregulares.

El debate sobre la matriculación obligatoria y la regulación del corretaje reapareció durante el año, impulsado por sectores que promovieron la desregulación total.

Para Liotto, esa ofensiva se sostuvo desde una estrategia de marketing agresiva, liderada por actores ilegales que intentaron instalar la idea de que el profesional inmobiliario carece de valor. Según explicó, ese discurso no encontró respaldo ni en la mayoría del sector ni en los funcionarios que definen políticas públicas.

La presidenta del Colegio fue categórica al describir ese fenómeno. Señaló que los ilegales recurren a publicidades masivas con mensajes engañosos, sostenidos por un poder económico significativo, que confunde a la sociedad y genera una competencia desleal. Frente a ese escenario, subrayó que la única respuesta posible se apoya en la ley, en la fiscalización y en una política institucional firme, sin concesiones ni acuerdos grises.

Diálogo con el Gobierno porteño

La relación con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aparece como otro punto clave de la gestión. A diferencia de etapas anteriores, Liotto destacó la existencia de diálogo fluido con las nuevas autoridades porteñas. Ese vínculo permitió avanzar en iniciativas conjuntas, sobre todo en el impulso al desarrollo de la zona sur de la Ciudad, con foco en las comunas 4, 8 y 9.

Desde el Colegio, se convocó a los matriculados a aportar inmuebles y propuestas que faciliten la radicación de empresas y nuevas actividades productivas.

El objetivo, según explicó, consiste en generar más trabajo para los corredores inmobiliarios y ampliar las oportunidades comerciales dentro del territorio porteño. La articulación con las áreas de gobierno también apunta a agilizar trámites y reducir tiempos administrativos, una demanda recurrente del sector.

Mercado: año de mayor a menor

En cuanto al mercado, Liotto realizó un balance del año marcado por contrastes. Tras un arranque dinámico, el proceso electoral introdujo incertidumbre y frenó decisiones de compra. A ese factor se sumó un endurecimiento de las condiciones crediticias, con tasas elevadas y requisitos más estrictos por parte de los bancos. El resultado fue un período de consultas intensas, visitas frecuentes y escaso cierre de operaciones.

Pese a ese contexto, la dirigente se mostró optimista respecto del mediano plazo. Sostuvo que la demanda existe y que el interés por comprar permanece activo. La clave, indicó, pasa por recuperar la confianza, tanto en la continuidad del rumbo económico como en un sistema de créditos más accesible. En ese punto, valoró el rol del Banco Nación, que ofrece condiciones más competitivas y una plataforma de difusión de propiedades que colabora con la actividad.

El usado seguirá potente

El mercado del usado presenta hoy una amplia variedad de opciones y un desfasaje notable frente a las unidades a estrenar, afectadas por el alto costo de construcción. Liotto explicó que los precios no muestran una escalada generalizada y que el contexto actual todavía resulta favorable para comprar, siempre que las tasaciones respondan a valores reales. En ese aspecto, llamó a una autocrítica del sector y advirtió sobre la competencia desleal que generan tasaciones infladas, muchas veces impulsadas por operadores ilegales.

La recomendación al consumidor fue clara: acudir a inmobiliarias con profesionales matriculados, con referencias comprobables y criterios de valuación razonables. Solo de ese modo, afirmó, se logra cerrar operaciones de manera eficiente y sin frustraciones.

En el segmento de alquileres, el cambio de reglas tras la derogación de la ley anterior produjo un giro profundo. Hoy existe mayor oferta, contratos más flexibles y un escenario donde el inquilino puede elegir. Los propietarios, frente a esa realidad, ajustan valores para retener buenos perfiles y evitar inmuebles vacíos con expensas elevadas. Para Liotto, ese equilibrio refleja el funcionamiento natural del mercado.

El principal problema, aclaró, no radica en el precio de los alquileres sino en el nivel de los salarios, que no acompañan el costo de vida. Aun así, destacó el bajo nivel de morosidad y el buen cumplimiento general, con la salvedad del fuerte incremento de expensas, que presiona los presupuestos familiares.

Barrios y la transparencia de los corredores inmobiliarios

Sobre los barrios del oeste porteño, como Devoto, Monte Castro, Villa del Parque y zonas linderas, Liotto observó una transformación positiva en términos urbanísticos, aunque señaló un problema estructural: la falta de cocheras y el colapso del estacionamiento. Ese desafío requiere ajustes en la normativa y mayor compromiso de los desarrolladores, un tema que el Colegio ya puso sobre la mesa.

En el tramo final de la charla, la presidenta del Colegio dejó un mensaje dirigido tanto a colegas como al público general. Reivindicó el rol del corredor inmobiliario como profesional que media, acompaña y contiene situaciones complejas, muchas veces invisibles para la sociedad. También reafirmó la política de puertas abiertas del Colegio y el compromiso con una gestión cercana, orientada al trabajo, la capacitación y la jerarquización de la actividad.

“El desafío pasa por defender la legalidad, ordenar el mercado y acompañar al matriculado en un contexto exigente, con reglas claras y con el respaldo institucional que la profesión necesita”, concluyó Marta Liotto.