El debate sobre el futuro del régimen monetario en Argentina volvió al centro de la escena. Así se planteó en una nueva edición de Ladrillo.Info, el streaming del mundo inmobiliario conducido por Federico Miqueo. En esta ocasión, el invitado fue Alfredo Romano, economista, autor de Dolarizar y Argentina Dolarizada, y presidente de Romano Group. Romano expuso su visión sobre el rumbo económico del Gobierno y anticipó que, en su opinión, el cierre del Banco Central y la implementación de la dolarización están más cerca de lo que se cree.
“La promesa de campaña de Javier Milei sigue vigente. Va a cerrar el Banco Central y va a dolarizar muy muy pronto”, afirmó Romano. Según explicó, el programa económico actual transita una etapa intermedia hacia ese objetivo final: “El Gobierno va en dirección a una economía sin moneda local. Ya se dan señales que apuntan a una legalización progresiva del dólar como moneda de curso legal”.
Un nuevo régimen monetario
Romano defendió la viabilidad técnica y política de la dolarización. “La decisión es 100% política. No es un problema de dólares. Si el Gobierno logra un respaldo electoral fuerte en octubre, eso puede acelerar el proceso. La clave es contar con el aval social para avanzar con una ley que reconozca al dólar como moneda de curso legal”, indicó. Y agregó: “Hoy el Estado no puede recaudar en dólares. Eso va a tener que cambiar”.
Para el economista, el cierre del Banco Central no solo es viable, sino necesario para evitar que futuras gestiones políticas vuelvan a utilizar la emisión como herramienta de financiamiento. “El objetivo es evitar que el próximo gobierno, cuando Milei ya no esté, nos vuelva a estafar con la emisión monetaria. Es lo que destruyó el ahorro, el crédito y el crecimiento en las últimas décadas”, señaló.
Impacto en el sector inmobiliario
En el marco de Ladrillo.Info, Romano vinculó de manera directa la estabilidad monetaria con el desarrollo del mercado inmobiliario. “Si se logra consolidar este nuevo modelo, el sector del ladrillo va a ser uno de los grandes ganadores. Se abre una etapa dorada con crédito barato y estabilidad de largo plazo”, proyectó.
Actualmente, el crédito hipotecario sigue siendo marginal. Según datos mencionados durante la entrevista, en marzo se concretaron poco más de mil operaciones con crédito en la Ciudad de Buenos Aires. “Es poco en términos absolutos, pero mucho en relación a años sin crédito. Si el proceso de estabilización continúa, ese número puede multiplicarse en pocos años”, aseguró Romano.
El economista comparó el nivel actual de financiamiento privado en Argentina con el de economías africanas. “Uganda tiene un nivel de crédito al sector privado similar al de Argentina. Esto refleja el deterioro estructural del sistema financiero local”, señaló. En su diagnóstico, uno de los principales obstáculos fue el “crowding out” generado por el Banco Central: “Los bancos prestaban al BCRA en lugar de prestar al sector privado. Eso está cambiando”.
Crowding out, traducido al español es «efecto desplazamiento». Ocurre cuando el Estado toma tanto dinero prestado —por ejemplo, a través del Banco Central— que deja menos dinero disponible para que los bancos presten a las personas o empresas. Es decir, el Gobierno ocupa el lugar del sector privado en el acceso al crédito, y eso dificulta que la clase media acceda a préstamos, como los hipotecarios.
Ecuador como antecedente
Romano citó el caso de Ecuador como ejemplo de una transición exitosa hacia la dolarización. “Yamil Mahuad, ex presidente ecuatoriano (Gobernó entre el 10 de agosto de 1998 y el 21 de enero de 2000, fecha en la que fue derrocado por un golpe de Estado), tomó una decisión valiente en medio de una crisis y dolarizó. Después de casi 25 años, la dolarización sigue vigente. Ni siquiera Rafael Correa pudo revertirla”, relató. Según explicó, la sociedad ecuatoriana se resistió a volver a emitir moneda local: “Ya sabían cómo terminaba esa historia”.
El economista vinculó este antecedente con el escenario actual argentino: “En Ecuador, la pobreza bajó y el crédito se expandió. Acá puede pasar algo similar si se avanza en serio con este proceso. Pero para eso se necesita convicción política y apoyo social”.
Estabilidad y decisión de inversión
Durante la entrevista, Romano destacó el rol de la confianza en la toma de decisiones de inversión. “Cuando hay estabilidad, el razonamiento cambia. Ya no se trata solo de guardar dólares. Empieza a haber espacio para buscar rentabilidad y tomar riesgos”, planteó. Para ilustrar su argumento, recurrió a una imagen frecuente: el “canuto” de dólares fuera del sistema.
“En Argentina hay un medio PBI en dólares guardado fuera del circuito. Si mejora la previsibilidad, esa liquidez puede entrar a la economía real: inmuebles, autos, acciones, bonos”, estimó.

En su visión, ese proceso sería “explosivo” para el crecimiento económico del país: “Argentina tiene potencial para crecer 6% o 7% anual durante 10 o 15 años si logra consolidar estabilidad”.
También sostuvo que el Gobierno ya empezó a incentivar el uso del dólar: “Se permitió utilizar hasta USD 100.000 sin declarar origen de fondos. Esto favorece al mercado inmobiliario, que ya está dolarizado de hecho”.
Créditos en dólares y costos de construcción
Romano anticipó que la próxima etapa del programa económico podría incluir el desarrollo de créditos hipotecarios en dólares. “Es una herramienta clave. Hoy solo accede quien tiene prefinanciación o genera ingresos en moneda dura. Eso tiene que cambiar”, afirmó.
Respecto al valor del metro cuadrado, consideró que los precios de construcción en dólares podrían corregirse si se abren las importaciones. “Ya hay desarrolladores que están importando griferías, mármoles o mobiliario porque es más barato traerlo de afuera que comprarlo acá. Eso puede empujar los costos a la baja”, analizó.
Advirtió, sin embargo, que el cambio no será inmediato: “En el corto plazo conviene más comprar usado. Pero si se consolida este nuevo régimen, quienes demoren en invertir se van a quedar afuera. Muchos siguen errando porque no ven el cambio de fondo”.
Riesgos y condiciones políticas
Consultado sobre los riesgos del programa económico, Romano fue enfático: “El principal riesgo es político. Si en 2027 gana un gobierno que quiere volver atrás, todo este esfuerzo se pierde. El riesgo no es económico ni técnico. Es cultural”.
En ese sentido, resaltó que en Argentina no existen políticas públicas sostenidas. “Macri dejó la economía ordenada. Después vino Alberto Fernández, emitió 25 puntos de inflación y rompió todo. Lo mismo puede pasar si no se logra blindar este nuevo modelo”, argumentó.

También criticó a quienes minimizan el impacto de la emisión: “Muchos siguen repitiendo que emitir no genera inflación, que hay que gastar más para cuidar a los pobres. La historia muestra que eso nos llevó al desastre”.
Una apuesta por el cambio estructural
En el tramo final de la entrevista, Romano pidió dejar de lado el miedo a invertir y asumir riesgos. “Comprar dólares y guardarlos es una estrategia pasiva. No moviliza neuronas. Invertir te obliga a pensar, a evaluar alternativas, a tomar decisiones”, sostuvo.
Defendió la necesidad de involucrarse activamente en el ciclo económico: “Argentina es un mar de oportunidades. Pero hay que salir de la zona de confort y animarse a actuar. Es un ejercicio que activa la mente y permite crecer”.
Para Romano, el escenario actual marca un punto de inflexión: “Estamos en un proceso cultural de evolución. Hay muchas cosas que están cambiando. Por primera vez, un presidente llegó al poder con una propuesta de ajuste fiscal y sin mentirle a la sociedad. Eso nunca pasó en la historia argentina”.