El mercado inmobiliario bonaerense cerró mayo con una cifra que sorprendió incluso a los actores más optimistas del sector. Según los datos del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, durante el quinto mes del año se firmaron 11.790 escrituras de compra venta. Se trata del mejor registro para un mes de mayo desde 2011, cuando se alcanzaron 11.941 operaciones.
La suba interanual es contundente: en mayo de 2024 se habían concretado 9.459 operaciones, lo que representa un crecimiento del 24,65%. En la comparación mensual, hubo una leve baja del 3,12% respecto de abril, mes en el que se habían firmado 12.158 escrituras. Aun así, el volumen se mantiene en niveles elevados, con un promedio mensual de 9.593 operaciones entre enero y mayo.
En ese mismo período de 2025 se contabilizaron 47.966 operaciones, lo que implica un crecimiento del 48,31% frente a las 32.342 del mismo tramo de 2024. El repunte consolida una tendencia de recuperación sostenida que comenzó a advertirse hacia fines del año pasado.
El presidente del Colegio de Escribanos bonaerense, Guillermo Longhi, valoró esta dinámica: “En mayo se mantuvo la tendencia de crecimiento interanual que venimos observando desde hace varios meses. Más allá de la leve baja mensual, seguimos notando signos positivos en el comportamiento general del mercado”, señaló.
Para Longhi, la reactivación se explica por una serie de factores convergentes: “La combinación de estabilidad cambiaria, caída de la inflación, eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI), blanqueo de capitales y regreso del crédito hipotecario explican buena parte del repunte”.
Rol crediticio
En mayo se firmaron 1.992 escrituras con hipoteca, lo que implica un crecimiento interanual del 471% frente a las 349 de mayo 2024. Aunque hubo una leve caída mensual del 5,92% respecto de abril (cuando se registraron 2.110 hipotecas), el dato consolida una tendencia expansiva. De hecho, cada uno de los últimos cuatro meses tuvo más hipotecas que todo 2024 completo.
Longhi remarcó que “el fuerte crecimiento interanual en la cantidad de hipotecas confirma el impacto que está teniendo una mayor disponibilidad de opciones crediticias. Esperamos que este proceso se sostenga y se amplíe para facilitar el acceso a la vivienda y fortalecer al sector en su conjunto”.

El titular del Colegio también destacó el rol de la institución para acompañar este escenario. Contó que mantienen reuniones con entidades bancarias para resolver demoras en el circuito notarial. “Muchas sucursales cerraron y derivan la firma de escrituras a las casas centrales. Nosotros intervenimos para destrabar esas situaciones”, explicó.
Sobre el plano regulatorio, Longhi consideró que la derogación del COTI y del CITI fue una primera señal positiva, pero insuficiente. “Faltan cambios en la normativa de la Unidad de Información Financiera (UIF). Hoy operaciones por encima de los 700 salarios mínimos requieren un análisis de riesgo y reporte. Si se eleva ese umbral, se va a dinamizar más”, sostuvo.
Agregó además que una parte importante del capital dolarizado fuera del sistema podría volver si se consolida la confianza. “No estamos hablando de delincuentes ni de lavado. Son personas que buscaron proteger su ahorro frente a sucesivas crisis. Si hay condiciones, esos fondos pueden transformarse en operaciones reales”.
Más razones de la mejora
Desde la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires (CIBA), su presidenta Mirta Líbera también vinculó el repunte a la presencia creciente del crédito hipotecario. “Si bien todavía no hay una llegada masiva, está influyendo cada vez más en la posibilidad de acceder a una primera o segunda vivienda, o incluso encarar una refacción”, explicó.
Según Líbera, este nuevo escenario genera entusiasmo y movimiento. “Se advierte una expectativa distinta. Los precios están amesetados, especialmente en el mercado de usados. Esa estabilidad motiva a muchos compradores que estaban esperando definiciones para avanzar”.
La mayoría de las operaciones, según su experiencia, se concentran en unidades de menor valor, en rangos de entre USD 30.000 y 70.000 dólares (en provincia las propiedades suelen ser más baratas que en CABA, una casa de tres ambientes vale en promedio USD 90.000, cuando en tierra porteña, este valor supera en un 45% promedio a esa cotización).
Sin embargo, ya comienza a verse un interés incipiente en viviendas de más categoría. También se detecta movimiento en localidades del interior, como Mar del Plata, Saladillo o Bolívar, además de La Plata, la capital provincial.

“Incluso hay señales de reactivación en el segmento rural, tanto en fracciones chicas como en chacras de 200 o 300 hectáreas”, agregó Líbera, quien sostuvo que la actividad se diversificó geográficamente y que eso potencia la red de operadores más allá del AMBA.
Entre las unidades que más se vendieron se encuentran los departamentos de dos y tres ambientes, como casas con 3 y 4 ambientes, con y sin cochera, y terrenos en barrios semi abiertos.
Salto contundente a favor
Alejandro Braña, experto de Real Estate, sintetizó la magnitud del cambio con datos concretos: “El crecimiento interanual acumulado enero-mayo 2025 frente al mismo tramo de 2024 fue de casi 50%. Es un salto muy significativo”.
Para Braña, la clave está en el financiamiento. “En los últimos cuatro meses (febrero a mayo), se firmaron más hipotecas en cada uno de esos meses que en todo 2024. Pasamos de promediar 278 hipotecas mensuales a 1.665 en lo que va del año. El impacto del crédito es evidente”.
El especialista destacó que, si bien aún hay restricciones, el escenario es más propicio para quienes pueden justificar ingresos y calificar. “Se recuperó una herramienta clave que había desaparecido en los últimos años. Con crédito, la demanda de clase media vuelve a tener protagonismo”.
En líneas generales, los referentes coinciden en que la continuidad de esta recuperación dependerá de variables macroeconómicas como el nivel de tasas, la estabilidad del dólar, la inflación y el sostenimiento del régimen de blanqueo. Pero también de ajustes normativos que faciliten el circuito operativo.
Por ahora, el mercado inmobiliario bonaerense muestra señales de dinamismo con indicadores que no se veían desde hace más de una década. Y, en ese movimiento, la reaparición del crédito y el rol articulador de los escribanos están en el centro de la escena.