El mercado inmobiliario de la provincia de Buenos Aires registró en abril su mejor desempeño en un cuarto de siglo. Según los datos difundidos por el Colegio de Escribanos bonaerense, durante el cuarto mes del año se concretaron 12.158 compra ventas, lo que representa un crecimiento interanual del 60 % respecto de las 7.617 operaciones de abril 2024. La comparación con marzo también mostró una suba: el incremento mensual fue del 18%, lo que consolida una tendencia positiva sostenida desde finales del año pasado.
En lo que va de 2025, ya se vendieron 36.223 inmuebles en la provincia, tomando en cuenta el acumulado entre enero y abril. Este volumen supera ampliamente los registros de los últimos cinco años y refleja un cambio significativo en la dinámica del sector.
Uno de los elementos más destacados del informe es el repunte del crédito hipotecario. En abril se contabilizaron 2.110 hipotecas, lo que implica un salto del 606 % interanual respecto a las 299 registradas en el mismo mes del año anterior. Además, la variación mensual también fue positiva: se sumaron 26 % más hipotecas que en marzo, cuando se habían computado 1.669.

Para el presidente del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, Guillermo Longhi, los datos reflejan una recuperación tangible. “Las cifras de abril confirman la continuidad del proceso de recuperación que venimos observando desde el año pasado. No solo crecen las compraventas, también vemos un repunte sostenido en las hipotecas, que es un dato muy alentador para el sector”, explicó.
Longhi remarcó el papel del financiamiento como eje del repunte. “El acceso al crédito resulta esencial para consolidar esta tendencia positiva. Si el financiamiento se amplía, muchas más personas podrán alcanzar el sueño de la vivienda propia y eso, sin duda, genera un impacto muy importante en la dinámica general del mercado”, afirmó.
Capital provincial
En zonas como La Plata y el Gran La Plata, el mercado mostró una reacción clara ante la reaparición del crédito hipotecario y un contexto económico algo más estable. Según Mirta Líbera, presidenta de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires (CIBA), esta combinación reactivó el interés por la vivienda propia. “La posibilidad de contar con crédito para la compra de viviendas, después de tanto tiempo sin esa alternativa, con la situación más estable del país en cuanto a inflación más baja y dólar más quieto, estimula a la gente a buscar su primera vivienda o a cambiar la que tiene por algo más grande, según evolucionan las familias”, explicó.
Líbera destacó que los precios de las propiedades siguen en niveles relativamente bajos. “Ayuda que hay mucho stock de viviendas aún en el mercado y los valores de los inmuebles usados siguen siendo bajos, aunque se haya registrado una pequeña variación ascendente”, señaló.

Los montos más habituales de venta en esta zona se ubican entre los USD 30.000 y USD 70.000, principalmente en monoambientes y departamentos de un dormitorio. También se incrementó la búsqueda de unidades más grandes o a refaccionar, que se perciben como oportunidades de inversión con proyección de revalorización.
En cuanto a las condiciones para consolidar este crecimiento, Líbera sostuvo que el mercado dependerá de variables clave. “Para que se siga consolidando la tendencia en cuanto a créditos, será importante si se van recomponiendo los sueldos y a su vez mejoran las tasas. Y para quienes compran sin financiamiento, siempre hay oportunidades cuando la oferta todavía supera a la demanda”, afirmó. También consideró esencial mantener un entorno de confianza en una economía más previsible.
Fisonomía
El crédito hipotecario comenzó a consolidarse como uno de los motores clave del mercado. En marzo, ya se firmado 10.317 escrituras en la provincia de Buenos Aires, de las cuales 1.669 se concretaron mediante hipotecas, lo que implicó un crecimiento interanual del 430 % y una suba mensual del 18 %. Aunque estos niveles aún se encuentran por debajo de los registrados en 2018, cuando las hipotecas representaban más del 30% de las operaciones, el avance es significativo frente al letargo de los últimos años.
Daniel Salaya Romera, titular de Salaya Romera Propiedades, consideró que el impacto del financiamiento ya se percibe en las negociaciones. “Hoy hay otra dinámica en las conversaciones. En lugar de enfocarse en descuentos agresivos, los compradores llegan con un crédito aprobado y buscan cerrar rápidamente. Esto le dio más fluidez al proceso y puso nuevamente en valor propiedades que antes estaban quietas”, explicó.
Para el empresario, el crédito ofrece una referencia concreta que ordena el mercado: “No se trata solo de tasa o plazo, sino de reactivar expectativas reales en un momento en que muchos todavía se mueven con cautela”.
Salaya Romera también advirtió que el desafío será sostener la disponibilidad de crédito en el tiempo. Aunque el tipo de cambio de referencia pasó a ser el dólar oficial —10 % más bajo que el MEP previo a la salida del cepo—, lo que incrementó el poder adquisitivo en pesos para quienes toman préstamos, aún persisten riesgos como el descalce cambiario entre el otorgamiento del crédito y el momento del desembolso. “La estabilidad es clave. Si se mantiene el escenario actual, la demanda puede seguir creciendo. Pero para lograr un salto cualitativo harán falta herramientas que permitan fondear hipotecas a largo plazo, como ocurre en mercados más desarrollados”, amplió.
Destino marplatense
En Mar del Plata, el repunte también se reflejó con fuerza. Las operaciones más frecuentes en los últimos meses correspondieron a departamentos de hasta u$s 70.000 y casas por debajo de u$s 110.000, ubicadas en distintos puntos de la ciudad. La búsqueda se enfocó en inmuebles con buena ubicación, servicios consolidados y potencial de renta o revalorización.

Guillermo Rossi, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos del Departamento Judicial de Mar del Plata, explicó que la ciudad experimenta una demanda sostenida desde el año pasado. “Está orientada fundamentalmente al resguardo del capital y como una inversión que se disfruta. Esta demanda aumentó con la modificación en la ley de alquiler, donde surgieron compradores de departamentos que buscan obtener una renta. Y un factor muy importante fue la llegada de los créditos hipotecarios, que en estos últimos meses fueron muy demandados y están dando lugar a muchas operaciones”, explicó.
El crédito, según Rossi, amplió el universo de opciones buscadas. “Además de los departamentos de 1 y 2 ambientes, a partir del financiamiento bancario esta demanda se orientó a departamentos más amplios y, en gran medida, a casas y chalets”, detalló.
De cara al segundo semestre, Rossi proyectó una evolución favorable siempre que se mantengan algunas condiciones macroeconómicas. “Creemos que transitaremos un buen año en el mercado inmobiliario. Lejos de ser récord, teniendo en cuenta la actividad de los últimos años, creemos que vamos a tener un buen 2025 en materia de ventas, fundamentalmente a partir de los créditos hipotecarios, en la medida que el valor del dólar se mantenga estable, se vaya recuperando el poder adquisitivo de los sueldos y los valores de las propiedades se mantengan estables”, concluyó.
El informe del Colegio de Escribanos no solo confirmó el salto en la actividad, también delineó un cambio en el perfil del comprador. La posibilidad de acceder a crédito volvió a incluir en el mercado a segmentos de la población que durante años habían quedado marginados. A su vez, la baja rentabilidad de las inversiones financieras y la estabilidad reciente del dólar reforzaron el atractivo del ladrillo como refugio de valor.
La clave para sostener este proceso, coincidieron los referentes del sector, estará en garantizar condiciones estables, reglas claras, tasas razonables y una mejora progresiva del ingreso real. Con más de 36.000 escrituras concretadas en solo cuatro meses, la provincia volvió a liderar el movimiento del sector. El desafío ahora será traducir este rebote en una fase de crecimiento sostenido.