Diane Keaton, una de las figuras más admiradas del cine norteamericano, murió a los 79 años tras una trayectoria que abarcó más de medio siglo y la consagró como una de las intérpretes más influyentes de su generación.
Ganadora de un Oscar, dos Globos de Oro y un premio Bafta, Keaton fue reconocida por su estilo personal, su talento y su mirada única sobre el arte y la arquitectura.
En el corazón de Los Ángeles, la actriz construyó una residencia que reflejó su personalidad y su modo de entender la belleza. La casa, ubicada en Sullivan Canyon, fue concebida a partir de imágenes seleccionadas en Pinterest, una plataforma que la propia Keaton descubrió por casualidad. Aquella inspiración se transformó en The House That Pinterest Built, un libro donde relató el proceso de diseño y las ideas que dieron forma a la propiedad.
Un hogar de ladrillo y luz
El exterior de la casa se distingue por su estructura de ladrillo visto y un diseño industrial que remite tanto a los talleres de artistas como a las antiguas construcciones californianas. El interior ofrece un contraste deliberado: paredes blancas, vigas de madera expuestas y una estética sobria que prioriza la amplitud y la luminosidad.
El gran salón, de concepto abierto, combina sofás negros enfrentados con una chimenea decorativa y luminarias de hierro negro. Junto a este espacio se encuentra una biblioteca, uno de los ambientes favoritos de la actriz, donde instaló una escalera metálica que conecta con el nivel superior y una colección de libros que creció durante años.

La cocina ocupa un lugar central y responde a la premisa que Keaton expresó en su libro: “Nuestra cocina fue construida para honrar la luz”. Allí predominan los tonos neutros, una isla de gran tamaño y detalles en negro que refuerzan la coherencia visual con el resto de la vivienda.

En la planta alta, el dormitorio principal mantiene la misma línea minimalista, con una cama central y ventanales amplios. El baño principal, revestido en cerámica blanca, incluye una bañera independiente y mamparas negras, un contraste que se convirtió en sello de su estilo.
El patio exterior completa el conjunto con un espacio pensado para leer o descansar frente a una chimenea al aire libre. Keaton solía decir que ese entorno le recordaba su infancia: su madre le leía el cuento de Los tres cerditos y ella soñaba con vivir en una casa de ladrillos.
Una mansión con historia
La propiedad fue construida en 2017 y puesta a la venta hace unos meses por USD 25 millones. Según medios especializados, la cifra actualizada ronda los USD 30 millones, aunque no se confirmó su venta. Para la actriz, la casa representó mucho más que un proyecto arquitectónico: fue la síntesis entre su vida artística y su pasión por el diseño.

“Después de quince años comprando y vendiendo, estaba lista para construir una casa desde cero”, escribió en su libro. En ese proceso, encontró una forma de expresión distinta, lejos del cine pero igualmente creativa.

El interiorismo combina materiales naturales con un enfoque rústico-industrial poco frecuente entre las residencias de celebridades. Cada ambiente fue concebido como una prolongación de su estilo personal: austero, cálido y con atención al detalle.
Su legado cinematográfico
Más allá de su pasión por la arquitectura, Keaton deja una filmografía que marcó a generaciones. Actuó en dramas, comedias y producciones independientes, y fue dirigida por cineastas como Francis Ford Coppola, Woody Allen, Nancy Meyers y Charles Shyer.

El crítico mexicano Miguel Cane, consultado por CNN, señaló cinco películas esenciales para entender su carrera:
- “El Padrino” (1972 y 1974), donde interpretó a Kay Adams, esposa de Michael Corleone, en una actuación decisiva dentro de una de las sagas más importantes del cine.
- “Annie Hall” (1977), que le valió el Oscar a Mejor Actriz y definió su estilo natural y espontáneo.
- “Buscando al Sr. Goodbar” (1977), un drama donde abordó temas de sexualidad y libertad con una intensidad inusual para la época.
- “Baby Boom” (1987), una comedia que mostró su versatilidad y consolidó su popularidad.
- “El club de las divorciadas” (1996), junto a Goldie Hawn y Bette Midler, con la que demostró que una mujer de 50 años podía liderar un éxito de taquilla internacional.