Un nuevo ícono turístico comienza a tomar forma en Puerto Madero. Se trata de la Rueda de Buenos Aires, una estructura de 79 metros de diámetro y 488 toneladas que ofrecerá vistas panorámicas del skyline porteño desde el Dique 1. Con 36 cabinas cerradas y climatizadas, esta noria se perfila como una de las atracciones más importantes del país y promete transformar el paisaje urbano de uno de los barrios más modernos de la Ciudad.
Después de casi una década de postergaciones, el proyecto recibió luz verde por parte del Gobierno de la Ciudad. La empresa RDBA S.A., adjudicataria de la iniciativa, comenzó los primeros trabajos de instalación, que incluyen el cerco perimetral habilitado por la administración porteña para garantizar seguridad durante las obras. Si se cumplen los plazos previstos, la atracción estará lista dentro de 15 meses.
La Corporación de Planeamiento Metropolitano (CPM), titular del terreno donde se construirá la estructura, supervisa el desarrollo del proyecto. Originalmente, la noria iba a ubicarse en el Dique 2 (limitado por el boulevard Rosario Vera Peñaloza y Azucena Villaflor), frente a la Universidad Católica Argentina (UCA), pero las objeciones de la institución educativa y de vecinos forzaron una reubicación.

Finalmente, se optó por emplazarla sobre el margen sudoeste del Dique 1, en un punto estratégico para aprovechar la vista al río y al centro porteño. De esta manera y un plazo mediano de tiempo Buenos Aires no tendrá nada que envidiarle a Londres con su London Eye, sino que se podrá disfrutar de la Vuelta al Mundo en el barrio más joven de la Ciudad.
Permisos otorgados
Entre los permisos ya otorgados por el Gobierno de la Ciudad figuran la ocupación de la vía pública, la declaración de interés turístico, la aprobación del plano del proyecto y la autorización para la ejecución de la obra civil. RDBA S.A. asumió la totalidad de los costos vinculados al desarrollo, financiamiento, construcción y operación de la atracción.

Según informaron desde CPM, la base de la noria se construirá sobre una plataforma de hormigón armado de más de 1.100 metros cuadrados anclada al espejo de agua. La estructura contará con un sistema de iluminación LED de última generación. En total, la capacidad por vuelta será de 288 pasajeros distribuidos en 36 cabinas, cada una con espacio para ocho personas.
La iniciativa no demanda fondos públicos. RDBA S.A. invertirá íntegramente en la obra y, como contraprestación, abonará un canon anual a la CPM, responsable del inmueble. Una vez concluido el período de concesión, la estructura pasará a ser propiedad del Estado, que podrá decidir si la conserva o solicita su desmonte.
El componente principal de la noria está siendo fabricado en China por la empresa Jinma Entertainment Corporation, especializada en atracciones de gran escala. Desde RDBA S.A. confirmaron que los primeros envíos ya se encuentran en preparación, aunque no detallaron fechas ni valores estimados para el precio de los pasajes.
Historia del proyecto
La historia del proyecto se remonta a 2016, cuando fue anunciado por primera vez. En 2019 se adjudicó la concesión a RDBA S.A., cuyo titular, Hernán De Laurente, está vinculado a otras iniciativas junto al conductor y empresario Marcelo Tinelli.
Sin embargo, la pandemia y las dificultades en la importación de piezas clave demoraron el inicio de las obras. En particular, el anterior régimen SIRA trabó el ingreso de componentes estructurales, lo que obligó a prorrogar plazos y modificar el cronograma original.

Durante el proceso, se presentaron objeciones urbanísticas y ambientales que motivaron cambios en el proyecto. La Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad (APRA) recibió la documentación técnica correspondiente, que incluyó estudios de impacto visual, acústico y urbano. La evaluación cumplió con los requisitos exigidos por la normativa local.
La rueda se sumará a una lista de estructuras similares que ya funcionan en ciudades como Londres, Singapur y Seattle. El modelo porteño replica ese formato, con un enfoque turístico y comercial orientado tanto al público local como a los visitantes internacionales. La elección del lugar, en un área consolidada y de fácil acceso, busca integrar la atracción al circuito urbano sin afectar la dinámica barrial.
En qué está hoy el proyecto
Por ahora, solo se observa el vallado que rodea la zona de obra. No hay estructura visible desde el paseo costero, aunque la empresa ya trabaja en el diseño ejecutivo y los planos de detalle. La base de hormigón, que demandará tareas especializadas sobre el agua, será uno de los desafíos técnicos centrales.
Voceros de CPM destacaron que la concesión no implica cesión de propiedad, sino un derecho de usufructo limitado. Una vez vencido el plazo acordado, la Ciudad podrá incorporar la atracción de forma permanente o exigir su retiro y la restitución del espacio al estado anterior.
La expectativa oficial es que la rueda contribuya a diversificar la oferta de actividades en la zona sur de Puerto Madero, donde conviven desarrollos residenciales, edificios corporativos y espacios recreativos. Si bien aún no hay cifras estimadas sobre la afluencia de visitantes, desde CPM consideran que se convertirá en un punto de referencia, tanto para el turismo como para el ocio porteño.

Aunque todavía no se definieron los precios que tendrá la Rueda de Buenos Aires, se pueden tomar como referencia otras norias icónicas del mundo. Un paseo en la London Eye cuesta alrededor de USD 40 por persona. En Seattle, la experiencia ronda los USD 23 y en Singapur, unos USD 31. En todos los casos, se trata de atracciones independientes, instaladas en zonas estratégicas de alto flujo turístico.
En la Argentina, la vuelta al mundo del Parque de la Costa forma parte de un paquete de juegos más amplio. Para acceder, se debe adquirir el “Pasaporte Full”, con precios que van de $20.800 a $26.100 según el día, más un costo adicional por servicio. También existe el “Pasaporte Promo”, que cuesta entre $17.400 y $21.700, siempre con el mismo recargo. A diferencia de la futura noria porteña, estas entradas permiten utilizar múltiples atracciones dentro del predio.
De completarse en tiempo y forma, Buenos Aires se sumará al club de las grandes ciudades con ruedas panorámicas. La experiencia ofrecerá una nueva perspectiva de la ciudad y reforzará la identidad visual de Puerto Madero, en sintonía con su perfil moderno y su vocación turística.