El costo de construcción en la Argentina atraviesa una etapa de relativa calma tras años de aumentos continuos. Según la Asociación Pymes de la Construcción de la Provincia de Buenos Aires (Apymeco), el valor promedio del metro cuadrado (m2) se ubicó en USD 1.351, lo que representa una baja mensual del 4,45% y una variación interanual del 25,99%.
La cifra se mantiene por debajo del pico de noviembre de 2023, cuando el costo superaba los USD 1.850 justo antes del recambio presidencial (Javier Milei asumió el 10 de diciembre de ese año), pero se ubica por encima de los niveles de pandemia. La devaluación de diciembre de 2023 redujo el indicador hasta los USD 1.050 y desde entonces la curva se estabilizó en torno a los valores actuales. Para el sector, el dato implica un freno en la escalada de precios y una oportunidad para ordenar presupuestos, aunque sin señales de abaratamiento real frente a la inflación.
Principales cifras
- El valor promedio del m2 según Apymeco es de USD 1.351.
- La variación mensual fue de -4,45% y la interanual de 25,99%.
- En noviembre de 2023, antes de la asunción de Javier Milei, el m2 alcanzaba USD 1.850.
- En diciembre de 2023, tras la devaluación, el costo cayó a USD 1.050.
- En 2015, el costo era inferior a USD 600 por m2; en 2018 superó USD 1.400; en 2020 descendió a USD 850; y en 2023 volvió a superar USD 1.700.
- En pesos, el índice de Apymeco para septiembre de 2025 fue de $ 1.865.358,64 por m2.
Factores que inciden en el costo
Gustavo Serafín Marín, presidente de Apymeco, señaló que los valores actuales reflejan un cambio en la dinámica del sector. “El ritmo de aumento de los materiales se redujo respecto del año pasado y la mano de obra se mantiene estable, aunque persisten diferencias importantes entre provincias”, explicó.
El empresario advirtió que en la ciudad de La Plata el mayor obstáculo no es el precio sino la burocracia: “Los tiempos administrativos se transformaron en un factor de riesgo económico. Una demora en la aprobación puede modificar todo el esquema de costos previstos”.

El informe de Apymeco también refleja que la desaceleración del costo es general. El rubro con mayor incremento acumulado fue Provisión de Terceros, que incluye transporte, instalaciones y servicios especializados. En cambio, los materiales básicos como cemento, arena o ladrillos registraron subas más moderadas.
Para una vivienda tipo de 100 m2, el costo total estimado ronda los $186 millones, sin incluir terreno ni impuestos. En el caso de obras más simples, el m2 puede partir desde USD 1.000, mientras que una construcción con materiales de mayor calidad alcanza los USD 2.000, y las de nivel premium superan los USD 2.500, según las terminaciones y el equipamiento.
Composición del presupuesto
La arquitecta Myriam Heredia analizó que el costo de construir se apoya en tres ejes: mano de obra, materiales y gastos generales.
- La mano de obra fue el componente más dinámico del último año, con alzas superiores al 90% interanual por recomposición salarial.
- Los materiales mostraron una suba de alrededor del 25% anual, con variaciones fuertes según rubro. El hierro redondo aumentó 8,87% mensual, la carpintería de madera 8% y el yeso blanco 5,55 %.
- Los gastos generales, que incluyen dirección técnica, seguros y servicios, crecieron cerca del 60%.
Heredia sostuvo que el aumento sostenido de la mano de obra impulsa la adopción de sistemas constructivos más industrializados. “Los proyectos que reducen la dependencia del trabajo intensivo logran controlar mejor los costos. En contextos de inflación alta, la planificación técnica y financiera se vuelve tan importante como el diseño”, afirmó.

También remarcó que, pese a la estabilidad cambiaria, construir no resulta más económico que hace un año. “El dólar se estabilizó, pero los aumentos internos compensaron cualquier ventaja. Hoy el costo de una vivienda tipo en el Área Metropolitana ronda entre USD 1.000 y USD 1.200 por m2, similar o superior al año pasado”, señaló.
Permisos y planificación
Para Heredia, iniciar una obra exige analizar simultáneamente cuatro variables: tipo de cambio, materiales, mano de obra y permisos. “El tipo de cambio sigue siendo estructural, pero el mayor problema son los plazos administrativos. Una demora en la factibilidad de servicios o en la aprobación de planos puede alterar toda la ecuación financiera. Los costos fijos siguen corriendo aunque la obra no empiece”, indicó.
Recomendó coordinar desde el inicio los trámites ante municipios y organismos provinciales, prever escenarios alternativos y asegurar materiales clave al inicio para evitar desfasajes.
Sistemas constructivos
Los métodos tradicionales —mampostería húmeda y hormigón armado— siguen siendo los más utilizados por su durabilidad, pero pierden competitividad frente al aumento del costo laboral. Las construcciones en seco ganan espacio por su eficiencia. Permiten reducir hasta la mitad los plazos de ejecución y controlar mejor el presupuesto mediante paneles industrializados y estructuras livianas.
También se consolidan los sistemas mixtos, que combinan estructura tradicional con cerramientos en seco. “Resultan especialmente útiles en viviendas unifamiliares. Aprovechan la resistencia del hormigón en planta baja y la rapidez del sistema liviano en plantas superiores”, explicó Heredia.
Distribución de gastos
La arquitecta Mariana Lucangeli detalló que la estructura principal —ladrillos, losas y cubierta— representa alrededor del 26% del presupuesto total. Las instalaciones de agua, gas y electricidad suman otro 10%, mientras que los revestimientos y terminaciones explican un 22%.

“Son porcentajes orientativos, pero permiten entender dónde se concentran los mayores costos y qué conviene priorizar”, explicó.
Lucangeli advirtió que “el margen de error es cada vez menor. Una mala decisión en el momento de comprar materiales o contratar servicios puede desbalancear toda la obra”.
Perspectiva del sector
Serafín Marín consideró que la tendencia de estabilidad podría continuar si no se producen nuevos saltos cambiarios ni reacomodamientos salariales abruptos. “El mercado está más ordenado, pero dependemos de la macroeconomía y de la certidumbre política”, afirmó.
Entre los especialistas predomina la idea de que construir en 2025 no es más caro ni más barato, sino que requiere una administración más precisa. El valor del metro cuadrado se mantiene en un rango razonable —entre USD 1.000 y USD 1.400—, aunque el acceso a materiales, permisos y financiamiento continúa marcando diferencias según la zona y el tipo de obra.
En síntesis:
- El costo promedio del m2 es de USD 1.351, con leve baja mensual y suba interanual de 26%.
- La mano de obra y los permisos son los factores más sensibles.
- Los sistemas en seco y mixtos ganan terreno por eficiencia y control de costos.
- Construir hoy exige planificación técnica, control financiero y gestión profesional.