Construir una casa tipo de 70 metros cuadrados cuesta alrededor de $121 millones, según el valor de edificación por metro cuadrado relevado por la Asociación Pymes de la Construcción de la Provincia de Buenos Aires (Apymeco). El dato excluye el IVA, la incidencia del terreno y los gastos legales. En promedio, el metro cuadrado alcanzó los $1.734.279, con un incremento mensual del 2,45% y una suba interanual de 33,94%.
El alza estuvo impulsada por los materiales, que subieron 4,31% en el mes. Los mayores aumentos se registraron en el hierro redondo (+8,87%), la carpintería de madera (+8%) y el yeso blanco (+5,55%). Por el contrario, productos como artefactos sanitarios, porcelanatos y materiales para instalaciones sanitarias no mostraron variaciones.
El informe también destacó una suba del 12,9% intermensual en el despacho de cemento, mientras que la mano de obra no tuvo variaciones durante abril, lo que marca una desaceleración en uno de los rubros que más había presionado los costos en meses anteriores.
Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario, indicó que el costo puede oscilar entre los USD 1.000 y los USD 2.000 por m2, según la calidad constructiva. Para viviendas premium, el valor puede superar los USD 2.500. En ese marco, subrayó que hay hasta 200 rubros involucrados en el proceso de obra.
Según Gómez Picasso, es habitual que los presupuestos iniciales omitan gastos relevantes: «Durante el desarrollo hay que considerar expensas propias de obra, trámites de aprobación, impuestos del terreno, trabajos de paisajismo, construcción de piscina o traslados. Estos pueden elevar el costo total hasta un 20%».
Desde Apymeco, su presidente Gustavo Serafin Marín remarcó que los costos iniciales también incluyen honorarios por proyecto y dirección, tasa de visado, timbrado de contrato, estudios de factibilidad de servicios (luz, gas, agua), derechos de construcción, estudio de suelo y habilitación de conexión eléctrica. Todos estos gastos deben cubrirse antes de colocar el primer ladrillo.
Cómo financiar
Para quienes evalúan financiar el proyecto, existen líneas de crédito disponibles tanto en bancos públicos como privados. «Hoy hay hipotecarios a 30 años con tasas nominales anuales de entre 4,5% y 9,5%», detalló Serafin Marín. También destacó los créditos para desarrolladores bajo el Decreto 1017 de hipotecas divisibles, que por ahora solo ofrecen entidades como Banco Nación y Banco Ciudad.

En un escenario de inflación descendente, las líneas UVA con ajuste por CER más una tasa de interés se perfilan como alternativas competitivas. Sin embargo, es clave prestar atención al ritmo de desembolso: si no acompaña el avance real de obra, pueden surgir demoras y sobrecostos.
«Hay que hacer un análisis detallado de cada opción. La clave es que el financiamiento se alinee con los tiempos de ejecución del proyecto», explicó Gómez Picasso.
Un presupuesto bien hecho es clave
Mariana Lucangeli, arquitecta y especialista en Real Estate, enumeró los principales componentes del presupuesto. Los trabajos preliminares –como limpieza del terreno, instalaciones provisorias, obradores, sanitarios portátiles y depósitos– representan cerca del 2%. La estructura principal (ladrillos, losas y cubierta) puede explicar hasta el 26%. Las instalaciones también tienen alto peso: agua (6,4%), electricidad (2,6%) y gas (2%). Otros rubros clave son revestimientos, aislaciones, pintura, revoques, solados y cielorrasos.
«Muchas de estas tareas se ejecutan en etapas avanzadas de la obra, pero deben planificarse desde el inicio. Si no, el riesgo de parálisis o ajustes fuera de presupuesto es alto», explicó Lucangeli. También advirtió sobre los ajustes sin documentar: «Muchas veces se hacen cambios en obra que no están reflejados en los papeles, y eso genera diferencias de costos imposibles de rastrear».
Para reducir el margen de error, los especialistas coincidieron en que la dirección técnica y el control profesional son determinantes. «La mejor forma de optimizar costos sin perder calidad es contar con ingenieros y arquitectos con experiencia», afirmó Serafin Marín.
Si bien los materiales siguen siendo caros en términos absolutos, su variación mensual es menor al ritmo de la inflación. Esto permite planificar con algo más de previsibilidad, aunque sin margen para improvisaciones.
Lo que muestran otros relevamientos
Según informes de INDEC y la Cámara Argentina de la Construcción, la actividad constructiva tuvo un leve repunte en el segundo trimestre de 2025, especialmente en obras residenciales menores. Además, desde el sector destacaron que las líneas de crédito UVA vienen mostrando mayor demanda desde marzo, aunque con cautela por parte de los bancos a la hora de aprobar los montos.
En paralelo, constructores consultados advirtieron que el encarecimiento del costo de construcción en USD (+69% interanual en 2024) limita los nuevos lanzamientos. En ese sentido, los proyectos que ya estaban en ejecución ganan competitividad frente a nuevas obras que aún deben iniciar.
En este escenario, el costo de construir no es solo un número por metro cuadrado. Es una combinación de decisiones técnicas, financieras y de gestión que deben articularse desde el primer día para evitar sorpresas. Y como coincidieron todos los especialistas, la clave para llegar al final del proyecto está en planificar cada paso como si fuera el más importante.